Fidel, Jorgito, la OEA, el Joker y vaqueros gays
Aprovechando que Fidel se muere, el nuevo liderazgo "socialista" (?) latinoamericano empieza a frotarse las manos:
"Cuba puede tener una guerra civil, así como hay oposición también hay partidarios muy apasionados del régimen (castrista). Si esto no se administra adecuadamente, puede terminar muy mal (...) es muy importante que se organice un grupo que vaya tomando cartas en el asunto", dijo esta mañana el Primer Ministro Jorge del Castillo. Para Jorgito, la OEA es la llamada a tomar cartas en el asunto.
Razón no le falta, en realidad. ¿Se imaginan a los gusanos desatados, de regreso sobre la isla, instalando otra autocracia en Cuba, esta vez de derecha? La transición puede ser espantosa.
Se reveló que Heath Ledger, uno de los vaqueros gays de Brokeback Mountain, encarnará al Joker en la secuela de Batman Begins, provisionalmente titulada The Dark Knight:
Además, en una entrevista, el escritor de cómics y guionista de las películas, David S. Goyer, adelantó las tramas de las dos próximas películas del murciélago:
"La próxima (película) tendrá a Batman buscando la ayuda del comisionado Gordon y el fiscal de distrito Harvey Dent para capturar al Guasón, pero sin matarlo. En la tercera película, el Guasón irá a juicio, desfigurando a Dent en el proceso". Parece que el pobre Harvey no podrá eludir su destino como Dos Caras.
1 Comentarios:
Mi modesto punto de vista es que Castro fue un gran líder hasta que convirtió la revolución cubana –hecha por el Movimiento 26 de Julio en cuyas filas había socialistas, cristianos, centristas– en esa máquina orwelliana que imitaba lo peor del leninismo en versión abiertamente criminal imperante en la Europa oriental.
Cuando Castro fue el jefe de una pandilla burocrática que sólo quiso perpetuar su poder dejó de ser un líder para convertirse en un Batista de las izquierdas, alguien que no robaba dinero sino libertad, que expropiaba bienes norteamericanos –muy bien hecho– al mismo tiempo que voluntad popular, que se defendía en Bahía de Cochinos del imperialismo norteamericano –inmenso y emocionante triunfo– al mismo tiempo que empezaba a ser un peón soviético en el escenario tenebroso de la Guerra Fría.
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