Susana Higuchi: "No estaba TAN loca"
Recientemente dos nuevos hilos se han desprendido de la enmarañada madeja del dinero que robó Fujimori:
- Que Fujimori usó a su madre, Mutsue Inomoto, como testaferro para traspasar dinero de donaciones del Japón a Perú; y
- Que el todavía embajador del Perú en Japón, Luis Macchiavello, abrió una cuenta a nombre del mismísimo Fujimori para recibir esas donaciones, en julio de 1990. ¡A pesar de ello, el mismo Macchiavello estuvo supuestamente encargado de la extradición del Chino durante todo el gobierno de Toledo!
A raíz de estos hallazgos, hace dos días la ex esposa de Fujimori, Susana Higuchi, recordó a la agencia oficial Andina que en 1992 ella había denunciado las irregularidades de las donaciones japonesas. Es decir, "no estaba tan loca, como se presumía".
Pobre Susana. La nota de Andina concluye con una noticia que debe haberla desgarrado: "En otro momento, Higuchi confirmó que sus hijos viajarán a Chile en los próximos días para pasar las fiestas navideñas con su padre."
Una vez más, los desnaturalizados engendros Fujimori Higuchi abandonan a su difamada-traicionada-secuestrada-torturada-humillada madre: El Chino le quitó a sus hijos durante diez años. Hacía muy poco que, con gran sacrificio, Susana los había recuperado. Y, ahora que regresó el padre pródigo, los niñatos la abandonan nuevamente.
Las torturas que sufrió Susana Higuchi configuran uno de los cuadernos de extradición que la Corte Suprema ha enviado al Ministerio Público. Sin embargo, hace un mes conversé con ella y entendí que esas viejas heridas no son nada si se comparan con el reavivado dolor de una madre desechada, descartable, que sólo volvió a existir para sus hijos cuando el padre llevaba cuatro años fugado en Japón, una madre que -ahora que volvió pa- nuevamente no existe más.
Qué vida, Susana. Y pensar que Shizuko, tu segundo nombre, significa tranquilidad.
Ver vídeo: La historia de Susana Higuchi con Fujimori
- Que Fujimori usó a su madre, Mutsue Inomoto, como testaferro para traspasar dinero de donaciones del Japón a Perú; y
- Que el todavía embajador del Perú en Japón, Luis Macchiavello, abrió una cuenta a nombre del mismísimo Fujimori para recibir esas donaciones, en julio de 1990. ¡A pesar de ello, el mismo Macchiavello estuvo supuestamente encargado de la extradición del Chino durante todo el gobierno de Toledo!
A raíz de estos hallazgos, hace dos días la ex esposa de Fujimori, Susana Higuchi, recordó a la agencia oficial Andina que en 1992 ella había denunciado las irregularidades de las donaciones japonesas. Es decir, "no estaba tan loca, como se presumía".
Pobre Susana. La nota de Andina concluye con una noticia que debe haberla desgarrado: "En otro momento, Higuchi confirmó que sus hijos viajarán a Chile en los próximos días para pasar las fiestas navideñas con su padre."
Una vez más, los desnaturalizados engendros Fujimori Higuchi abandonan a su difamada-traicionada-secuestrada-torturada-humillada madre: El Chino le quitó a sus hijos durante diez años. Hacía muy poco que, con gran sacrificio, Susana los había recuperado. Y, ahora que regresó el padre pródigo, los niñatos la abandonan nuevamente.
Las torturas que sufrió Susana Higuchi configuran uno de los cuadernos de extradición que la Corte Suprema ha enviado al Ministerio Público. Sin embargo, hace un mes conversé con ella y entendí que esas viejas heridas no son nada si se comparan con el reavivado dolor de una madre desechada, descartable, que sólo volvió a existir para sus hijos cuando el padre llevaba cuatro años fugado en Japón, una madre que -ahora que volvió pa- nuevamente no existe más.
Qué vida, Susana. Y pensar que Shizuko, tu segundo nombre, significa tranquilidad.
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