03 abril 2006

Para (no) olvidarse de las elecciones

- Vayan a ver El Hombre Almohada. La mejor obra que he visto en el teatro peruano en mucho tiempo. El guión es sencillamente extraordinario y la puesta en escena, precisa. Lástima el cásting de Salvador del Solar (Sergio Galliani hubiera quedado mucho mejor en ese papel).

- No vayan a ver La Fiesta del Chivo. La película de Lucho Llosa parece un telefilm de esos que pasa Panamericana los sábados por la tarde (después de Cine Kung-Fu): música pacharaca, lamentables actuaciones, miserable producción. Pero, bueno, ¿qué se podía esperar del director de Anaconda? Mejor lean el libro; es mucho más espeluznante.

- Emociónense con el teaser de la película de Los Simpsons.




- Jueguen Ollanta Reloaded. Porsiaca, han cambiado de URL (me dicen que alguien hackeó la anterior). Espero que en la secuela, Ollanta Revolutions, los periodistas también podamos dispararle al Capitán Carlos. Total, tenemos derecho a defendernos y, por último, es sólo un juego, ¿no?

COMING SOON: V for Vendetta, la adaptación Wachowski del cómic del maestro Moore. Ya veremos qué tal les salió.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Es cierto, “El hombre almohada” es una de las mejores obras estrenadas en el circuito limeño. Y llama la atención, además, porque tiene elementos inusuales en el teatro contemporáneo, elementos que corresponden a un estilo conocido como “in yer face", en la tierra de los británicos (teatro frontal que tiene como referencia dramaturgos contemporáneos y cine posmoderno)

Factores que hacen de esta una buena obra: 1) un texto interesante no sólo por lo enrevesado de su trama, sino también por sus influencias (una rara mezcla de cine negro, historias de horror y fábulas para dormir a los niños); 2) un adecuando manejo del espacio, donde los contrastes entre escenarios oscuros, por un lado, y de colores vivos en otras escenas, logran resaltar el tono dual del tema y el estilo de narración; 3) sólidas actuaciones, en especial Rómulo Assereto y Paul Vega; 4) un hábil, preciso, y a veces delicioso, manejo del humor negro. Cosa que agradezco.

“El hombre almohada” no tiene pierde, además, porque apela al siempre mórbido placer por atender a las historias ajenas. La obra es, al inicio, una combinación intrincada de truculentas narraciones de ficción, entre ellos cuentos, que dan pie a otra más grande por descubrir. La labor del creador roza aquí otro tema siempre espinoso: el impacto negativo que pueden tener algunas obras de arte en la sociedad.

No cuento más, vayan a verla…

12:42 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

lo interesante, además, es que sucede en un "gobierno totalitario". lástima que los que votan por Humala no vayan a Larcomar

12:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

"No vayan a ver": ¿qué clase de fascista puede comentar una película diciendo "no vayan a verla"...

Y para el anónimo: la lástima no es que los que votan por Humala no vayan a Larcomar. La lástima es que no tienen qué comer, idiota.

10:01 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

aaaaayyy!!! ahora me dicen fascista aaayyy.... no la veaaannnn!!!

11:25 a. m.  
Blogger alicia dijo...

¿Por qué la necesidad de ponerse serios al comentar el curioso post de Sin-fuentes? Aplaudo que por una vez hayas dejado de lado la realidad y nos hayas mostrado parte de lo que es tú realidad. Esa es mucho más noticiosa que la Ventana, y truculenta también.

Pero claro, yo sigo esperando que postees la historia de cuando comiste el mejor pan con mantequilla del mundo.

11:57 a. m.  

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