16 octubre 2006

Homenaje al Presidente Paniagua

Nuestra usualmente iconoclasta chologósfera se despide con mucho respeto del Presidente Paniagua. El común denominador de todos los posts es el afecto y la admiración por un político que vivió como todos los políticos deberían vivir. Como todos deberíamos vivir.

Ni el orgullo ni la vanidad contaminaron su existencia. No se le conocían ambiciones personales para detentar los más altos cargos. Cuando las responsabilidades llegaron, asumió las obligaciones , con la mayor sencillez y el esmero necesario, para cumplir con eficiencia la tarea asignada. En el peor de los momentos ahí estaba Valentín y gracias a Dios que así fue.
http://nestor.sertzen.com/2006/10/nos-dej-valentn-paniagua.html

pocos políticos de los llamados tradicionales han sido tan carismáticos en los últimos años, sin entrar a la lógica "naranja", de la política sucia, populista, de corte fujimorista.
http://elmorsa.blogspot.com/2006/10/falleci-valentn-paniagua.html

Paniagua demostró, luego de la cobarde huída de Fujimori, que el ejercicio del poder en democracia se basaba en el respeto institucional, en la discreción presidencial y en escuchar a su equipo ministerial.
http://desdeeltercerpiso.blogspot.com/2006/10/adios-seor-presidente.html

No tengo mucho tiempo para escribir. Sólo quería expresar que Paniagua fue un polítido distinto, ajeno al escándalo y al autobombo. Silencioso y discreto, pero dispuesto a "poner el pecho" cuando la situación lo ameritaba, pasará a la historia como un hombre probo, calificativo que pocos dirigentes del país, podrán colocar en su epitafio.
http://rollyvaldivia.blogspot.com/2006/10/psame-al-per.html

Parece una insana costumbre, que la gente que vale la pena decide dar un paso al costado y dejarnos a todos con el sinsabor de pensar "que hubiese pasado si se quedaba?"
http://undiaenestavida.blogspot.com/2006/10/otro-grande-que-se-va.html

El estado está en duelo, ya que se fue uno de los grandes: se habla de que mañana sea feriado no laborable. Por favor, no se vayan a chupar. Sean gente y respeten, piensen el gran presidente que el Perú pudo tener. Si se van de juerga “porque tienen un día libre, yupiii!”, solo confirmarán que merecen las desgracias que tenemos.
http://gamma-normids.com/blog/archives/491

Por andar a full en el trabajo hoy no me enteré de lo ocurrido con el ex Presidente Valentín Paniagua, (...) sino hasta la tarde de hoy, camino a casa vi varios niños a lo largo del trayecto con unos sets de lentes, bigote y nariz bien al estilo Chaparrón ... ¡que raro! Pensaba. En eso en el vehículo prenden la radio y me entero de todo! Tan rápidos son los ambulantes para lucrar con el recuerdo de alguien?
http://dinorider.blogspot.com/2006/10/no-hay-de-queso-ni-de-papa.html

Se nos fue uno de los personajes mas interesantes y relevantes de la política peruana. Todo un símbolo.
http://pueblovruto.blogspot.com/2006/10/valentin.html

Vean también http://lacebolla.blogspot.com/2006/10/blog-post.html

Archivo del Útero: Adiós, Valentín (hoy)
Archivo del Útero: Paniagua grave (23/08/06)
Archivo del Útero: En defensa de Chaparrón (11/04/06)

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4 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Sí pues, se le va a extrañar.

Nos hemos quedado cortitos de decencia en la política, ahora que no está chaparrón.

12:38 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

es que los acciopopulistas son el non plus ultra de la decencia, todos se irán al cielo derechito... basta de sonsonería, muertitos

8:59 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Alguien ha recogido el testimonio de Vitocho esta vez?

9:24 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Valentín Paniagua no se merece tanta hipocresía

Los que no están en la política para servir sino para saquear le rinden homenaje. Misa de cuerpo presente le ponen los que en la vida jamás se le parecerán.
Lo citan como ejemplo los que no tienen remedio y son parte de la caries de nuestra política.

Discursean, homenajean, desfilan por el féretro los que, sabiendo que era el mejor, le negaron su voto para terminar votando por el menos malo.

Pero don Valentín es estoico. Los mira desde la ironía desinteresada, que es una manera de describir la muerte.

Don Valentín es ahora el vitalicio Prescindente de la República.
Pasará a la historia como el hombre que le dijo no a la tentación del erario.

Pasó a la historia como el señor que construyó los cimientos del sistema anticorrupción, ese que odian los fujimoristas y desacreditan las ratas.

Porque don Valentín es un hombre que se ha ido de este mundo con el mismo patrimonio con que entró a la política.

¿Cuántos pueden decir lo mismo en este reino de chupacabras y birlibirloques?
¿Cuántas casas tenías tú, dios menor, cuando llegaste a la política y con cuántas cuentas ahora? ¿Y de dónde?

Tú no tienes derecho, dios menor, a auparte al mármol inminente de Paniagua y hablar de los valores de la República en la que no crees. Porque tú eres hachemita por los forros, alahuita por algunos de tus compañeros, borbón porque rima con tú ya sabes qué, windsor por la flema con la que puedes negar a tus votantes y saboya por los rollos que te cuelgan.

Qué risa da ver a tantos enemigos morales de Paniagua llorando por su muerte anunciada.

Convierten en tragicomedia del poder lo que Paniagua hubiera querido que fuera sobrio sentimiento popular.

Si el Perú fuese menos autodestructivo, hubiera elegido a Paniagua en las últimas elecciones.

Era mayoritario el consenso respecto de sus virtudes.
–Pero no se vende bien –decían–.
–Es un voto perdido –añadían–.

Perdidos estábamos nosotros, que tuvimos que elegir, al final, entre el ébola y la gripe aviar.

Paniagua sintió como un alivio el que no lo eligieran. Ya había empezado a enfermarse seriamente. Y se preparaba para esa discreta despedida que los politicastros han convertido en feriado, como él no hubiera querido.

Aunque la verdad es que se había despedido hacía buen tiempo de un país que cada día entendía menos.

¿Dónde están ahora los que le reprocharon haber obtenido ese siete por ciento con el que salvó la dignidad electoral de su partido, hoy herido de muerte con su muerte?

Hubo un Robespierre de los miriñaques que lo acusó de haberle robado el triunfo a Lourdes Flores. No, hombre. Lourdes Flores se robó a sí misma haciendo público su matrimonio de santa alianza con el señor Alicorp.

Lourdes optó por mister Romero y la derecha peluda. Paniagua, en cambio, no necesitó hacer ningún sacrificio para ser un hombre de centro, un mesurado por naturaleza que creía que la equidad era lo más parecido a la justicia.

Y por eso, sin partido, a pulso, de pura terquedad, obtuvo cientos de miles de votos.

Fue el único candidato explícitamente de centro. Fue el único que jamás prometió lo que no podría haber cumplido.

Por eso perdió. Porque no gritaba frases grandilocuentes ni amenazaba con baños de sangre ni anunciaba el séptimo cielo flotando en la enésima promesa de la pendejada. Porque era sobrio y bueno, honrado para más señas, por eso perdió las elecciones.

El Perú, tal como es hoy, no se merecía a Valentín Paniagua. Paniagua no se merecía a la mayoría de sus lloronas de ocasión.

6:43 p. m.  

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